ORACIÓN MES DE NOVIEMBRE
Todos somos miembros de una misma familia. La familia humana. Dios creó una tierra maravillosa para que todos los miembros de esta familia la disfrutásemos.
La Tierra es común para todos los hombres y por tanto los alimentos que proporciona se producen para todos en común.
Así pues, hacen mal los que usan de manera privada el don que Dios hizo para todos. Cuando damos lo indispensable a los necesitados, no les hacemos un favor con nuestra generosidad personal, sino que les devolvemos lo que es suyo. Más que hacer un acto de caridad, lo que hacemos es cumplir con un deber de justicia.
No lo guardéis todo para vosotros, sino compartid los bienes con los pobres, que son los preferidos de Dios. Todo pertenece a Dios, nuestro Padre común. Y todos nosotros somos hermanos. Por eso sería mucho más conforme con la justicia participar todos por igual de la herencia, como corresponde a los miembros de una misma familia.
Te pedimos, Padre, para que seamos buenos administradores de los bienes que nos has confiado, que seamos justos con nuestros hermanos. Y que de esta manera, todas las personas tengan, como les corresponde en justicia, acceso a los servicios básicos como la alimentación, agua, vivienda y sanidad.
Nos acordamos hoy especialmente de todos los niños y niñas de Lezhë, en Albania, para que tengan un buen día en sus colegios y en sus casas. Porque es de justicia el que tengan acceso a un colegio, a unos profesores y a un espacio donde estudiar y crecer como personas, para poder ser protagonistas de su propia historia.
Finalmente rezamos lo que ya escribió San Basilio, obispo de Cesarea en el siglo IV. "El pan que retienes es pan del hambriento; el vestido que guardas en tu casa es del desnudo; el calzado que se está pudriendo en tu casa es del descalzo; el dinero que tienes escondido bajo tierra es del necesitado. Por eso cometes tantas injusticias como son las personas a las que podrías dar."
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